Sobre el libro: 1934 / Era lunes, poco después de las ocho de la noche. Chick Moffett, antes de salir del apartamento, como diciendo Adiós, pon la mano en el radiador de la calefacción. Tenía frío. Eran finales de abril, y en Washington eso significaba que la primavera había hecho su debida diligencia y ahora estaba a punto de dirigirse más al norte. Los muchachos más desesperados se lanzaron a las aguas del Potomac; los pétalos de hermosas flores de cerezo, olvidados por todos, se marchitaron en el césped verde, y en el Departamento de Marina, la ropa blanca se volvió obligatoria para el trabajo al aire libre..