Sobre el libro: año / - ¡¿Oye?! ¡¿Pálido?! ¡Detener! ¡¿A quién le están contando?! Intento no prestar atención y seguir adelante. Las voces y los pasos no amainan. Empiezo a correr, sólo la falda larga se interpone en mi camino, y pronto me alcanzan, empujándome instantáneamente hacia la pared rugosa. "Queríamos tener una conversación normal, pálida y estás en pantuflas". Vaya, eso no es bueno. - Yo... Yo no... Déjame entrar... P-p-por favor... - No, eso no funcionará. Me enojé. Por tu culpa, por cierto, quiero el pago. - ¿P-p-tableros? - Sí, quiero jugar. Dedos viles tocan tus mejillas. - Apartó sus manos de ella. - ¡¿Qué?! Kir, ¿esto es carne fresca? - Aunque sea así, no es tuyo. - El tipo desagradable se hace a un lado. "No los tuyos", unos ojos oscuros me miran a la cara, "sino los míos"....