Sobre el libro: año / - Ofelia, sal. No he terminado. Volví mi mirada hacia mi marido. Y realmente no terminé... - ¿Debería salir? — repetí tartamudeando, sin creer que estaba escuchando exactamente estas palabras. - ¡Me estás engañando, Richard! ¡¿Cómo puedes?! ¡Soy tu verdadero! "Ofelia, no deberías haber llegado tan temprano". ¿Qué sucede contigo? — Richard arrojó una sábana sobre su relajado amante. "Ella es una paleta, querida." ¿Qué requieres de ella? Pero puedo trabajar en sus modales. Y por cierto, cariño, no uses ese vestido. Eres como una polilla pálida en él. "Richard", volví mi mirada hacia mi marido. - Sácala de aquí. - No lo repito dos veces. Y te dije que salieras. Inmediatamente. - Cariño, estoy cansado de tu esposa. Tengo poco tiempo y te quedarás sin “dulce».