Acerca del libro: 2014 / Después del increíble éxito de su primer libro, “Los niños franceses no escupen comida”, Pamela Druckerman continúa revelando lectores los secretos de "criar a la manera parisina". Muchos extranjeros, cuando vienen a Francia, se dan cuenta de que los niños locales son sorprendentemente diferentes de sus pares de otros países. No son groseros con sus padres, no se quejan, dicen “hola/gracias/adiós” a los adultos, manejan con maestría el cuchillo y el tenedor en la mesa y, lo que es más sorprendente, ¡se lo comen todo! El libro, una talentosa periodista y madre de tres hijos, analizó todos estos milagros y poco a poco llegó a la conclusión: quien piense que los niños franceses están hechos de una masa especial, se equivoca. Lo que pasa es que en Francia, a lo largo de los siglos, se ha desarrollado una cultura educativa especial, basada en el respeto mutuo y el sentido común..