Sobre el libro: 2015 / Una hermosa doncella sentada en una torre alta, derrama lágrimas inflamables y está custodiada por un dragón... Sí. Sólo que no en la torre, sino en la cueva. Y la hermosa niña hará llorar a cualquiera. Y el dragón... bueno, es decir, no soy tan tirano y déspota. Todo empezó así... vivía en su propia cueva, no molestaba a nadie. Y aquí hay una carta de un antepasado que, dicen, reemplaza al hijo del anciano en el trabajo. ¿Por qué no?, pensé. Y lo tomó... Qué puedo decir, mi psique sofisticada nunca ha sido sometida a una burla tan brutal. Nunca me cansaré de repetir: ¡odio a las princesas! lo odio!