Acerca del libro: 2007 / A los dioses no les gustan las personas felices. A los dioses no les gustan los débiles. A los dioses no les gustan las personas fuertes, pero las respetan. Y dio la casualidad de que quienes luchan por el orden y el triunfo de las ideas son tradicionalmente identificados con las fuerzas de la luz, mientras que quienes siguen sus deseos e inclinaciones son habitualmente llamados oscuros. Pero, de hecho, todas las tonterías sobre la Luz y la Oscuridad son sólo designaciones, sólo color. Sin embargo, una persona en la que se combinan estos dos principios inevitablemente causa problemas a quienes lo rodean y, en consecuencia, dolores de cabeza a los dioses. No puedes simplemente deshacerte de él: es un noble y tiene conexiones en lo más alto. ¡Pero los dioses no necesitan a este caballero sin miedo ni reproche! ¿Dónde debería ponerlo? Quizás en los pasillos de la muerte