Sobre el libro: 2017 / Ya a los siete años, Elvira se rebeló contra la costumbre de vestirse igual y enfatizó su individualidad en todos los sentidos. Y la confianza en que su hermana desaparecería y Elvira finalmente quedaría sola, sin la estúpida copia que la insultaba con su existencia, llegó hace mucho tiempo, en vida de su legendario abuelo. Tenían unos seis años cuando Sevilla enfermó de varicela. El abuelo llevó a Elvira a su casa y distrajo a la inquieta descarada con historias heroicas sobre la guerra. El abuelo y su hermano gemelo fueron al frente siendo jóvenes imberbes un año antes de la victoria. Esa noche, el abuelo le contó a su nieta cómo su hermano fue volado por una mina y murió en agonía en sus brazos. “Y desde ese día no he tenido ni un solo rasguño ni herida en toda mi vida. Creo que la suerte que nos dio a los dos al nacer luego pasó a mí y me quedé a vivir para mí y para mi hermano”, finalizó el abuelo su relato. No reconoció cómo su nieta había interpretado pervertidamente sus palabras, entonces Elvira decidió que Sevilla, que estaba enferma, moriría definitivamente, y se sorprendió cuando su hermana se recuperó. Pero desde entonces había estado esperando que llegara el día en que Sevilla desapareciera y Elvira disfrutara de la suerte y felicidad que les había brindado a los dos..