Sobre el libro: 2013 / El esqueleto pareció despertar, moverse y brillar desde el interior. Luego se puso de pie y comenzó a caminar desde la ventana hasta la puerta y viceversa. De vez en cuando soltaba un rugido inhumano y se retorcía las manos con desesperación. La pierna izquierda de Ann se acalambraba y ella intentaba cambiar de posición. El árbol debajo de ella crujió. Y entonces una de las vigas que John había cortado se dobló y partió. Con un grito, la niña cayó. Por un momento quedó tendida en el suelo, petrificada de horror. El esqueleto avanzó hacia ella. Luces verdes parpadeantes ardían en las profundas cuencas de sus ojos. Unas manos huesudas la agarraron. Ann sintió como si unas enormes pinzas de acero la apretaran. La niña gritó horrorizada. Intentó escapar del terrible abrazo, pero él la abrazó con fuerza. Y entonces Ann escuchó una risa escalofriante. Parecía que venía de lo más profundo de la tumba.…