Acerca del libro: año / El lento movimiento de un tren de pasajeros iba acompañado del estruendoso acompañamiento de las ruedas. Era tarde y el carruaje quedó sumido en la oscuridad. Max estaba sentado en el estante inferior, cerca de la ventana, removiendo té en un vaso alto tallado con una cuchara. La mayoría de los pasajeros ya se habían quedado dormidos y en el vagón reinaba el silencio, roto sólo por suaves ronquidos, toses ocasionales y conversaciones ahogadas de los pasajeros que se encontraban en algún lugar de los asientos exteriores. Del vestíbulo salía humo de tabaco y el olor irritaba a Max. Odiaba los vagones con asientos reservados debido a las grandes multitudes de gente mixta, las eternas colas para ir al baño y los incesantes portazos de las puertas que conducían al vestíbulo. Sin embargo, ahora Max no podía permitirse un viaje más cómodo. Sus ingresos consistían únicamente en honorarios por artículos para revistas de música y raras actuaciones como guitarrista de una banda de rock poco conocida, así como otros trabajos ocasionales..