Acerca del libro: 1995 / El reinado del gran duque Yaroslav Vladimirovich se llama con razón la “edad de oro” de la Rus de Kiev: se restableció la integridad territorial del estado , se detuvieron los disturbios civiles y se llevaron a cabo poderosas construcciones en todas las ciudades. Se supone que el éxito del reinado del príncipe no lo aseguró él mismo, sino su segunda esposa. Quizás el príncipe recibió su famoso apodo, el Sabio, gracias a la bella Ingegerda. La hija inteligente, alegre y enérgica del rey sueco jugó un papel importante en la política y los asuntos estatales de su marido. Poseyendo una mente sobria, ingenio, firmeza y determinación, supo asumir la responsabilidad de resolver problemas complejos, encontró fácilmente contacto con cualquier persona, supo conquistarlos y obligarlos a actuar en beneficio de sus intereses. Con la ayuda de amplios lazos familiares, logró poner al antiguo estado ruso a la par de las principales potencias europeas. Era una digna amiga de su gran esposo y su confiable apoyo. Sin embargo, algunos hechos de la biografía de Ingegerda, en particular su traslado a Novgorod al final de su vida, nos dan derecho a suponer que no todo fue tan sencillo en la relación con su marido.…