Acerca del libro: 2013 / El mar Mediterráneo se convirtió en la cuna de la civilización europea. Durante la antigüedad y la Alta Edad Media, su dominio se asociaba con la posesión del mundo entero. Los intereses del Estado ruso también exigían el despliegue permanente de nuestra flota en esta región. Desde la época de Catalina la Grande, todos los gobernantes, sin excepción, han enviado barcos de guerra allí. Es obvio que sin la presencia de la flota rusa allí, el mapa político del Mediterráneo habría sido completamente diferente. El autor habla en forma popular sobre las campañas de los almirantes rusos, los valientes corsarios rusos, las bases secretas de nuestra flota y. el hecho de que el principal enemigo de nuestros escuadrones no eran los turcos, sino sus propios gobernantes y diplomáticos.